Al ritmo de “Dilma guerrera, la patria brasileña” y una gran ovación, el 5to Congreso de UNI recibió a la presidenta Dilma Rousseff, la primera mujer en asumir la presidencia en Brasil. 

La presidenta, quien agradeció la solidaridad internacional y este espacio para poder compartir al mundo lo que está sucediendo en Brasil, se refirió al golpe constitucional que inició con su destitución y se consolidó con el encarcelamiento de Lula da Silva: “Ese golpe ha afectado nuestra lucha contra la desigualdad, en uno de los países más desiguales del mundo”, indicó. “Estaban intentando destruirnos porque éramos una pieza muy problemática para la vuelta del neoliberalismo en Brasil. Éramos un proyecto de inclusión social”, expresó.

A pesar de los intentos de la derecha por impedir que Lula se presente a las elecciones, su popularidad continua intacta: “Las investigaciones demuestran que Lula tiene el doble de intención de votos que el resto de los candidatos. La salida que encontraron los golpistas fue condenarlo a nueve años de prisión pero se dieron cuenta que esa pena no iba a prosperar, así que lo condenaron a doce. Sin embargo, Lula sigue siendo el candidato a ganar las elecciones de octubre”.

El Congreso hizo un llamado para liberar a Lula, porque “Lula libre” es un grito en defensa de la democracia, un grito de advertencia de todo el mundo para no retroceder en nuestras democracias, un grito contra la homofobia, contra el machismo, contra las dictaduras y por la paz para todo el mundo.

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