En Perú, los trabajadores y trabajadoras de la Clínica Ricardo Palma, parte de la multinacional alemana Fresenius, están atravesando una situación de gran crisis, no solo por la emergencia sanitaria, sino por la falta de protocolos de seguridad y el mal manejo de la situación en la clínica. Los trabajadores han sido expuestos al contagio del virus, por la deficiencia de la infraestructura, falta de personal, el contacto con la eliminación de secreciones por no contar con el equipo adecuado, además de tener que utilizar pañales desechables para que la clínica no incurriera en un gasto “extra” por usar más de un traje especial.
“En la clínica Ricardo Palma no se están usando las medidas de bioseguridad que corresponden. Cuando entró la primera persona a la unidad Covid se la intubó, pero el equipo de trabajadores no tenía el casco protector, y estuvo en contacto”, cuenta una trabajadora de la clínica.
En la segunda oportunidad, cuenta, la jefa de la unidad y la de enfermeras decidieron sacar a los 5 pacientes que estaban intubados con ventilación mecánica a otra unidad, del primer piso al tercer piso: “Para trasladar a esos pacientes hay que tener una camilla especial, en donde el paciente está totalmente cubierto, no se puede transportarlo con camilla simple, con ventilador portátil. Se increpó sobre esto, pero no nos hicieron caso. Nos dijeron que nos ocupáramos de lo nuestro”, indicó. Así, esos pacientes pasaron por la emergencia pediátrica, donde se atiende a los pacientes con sospecha de este virus, el ascensor, y parte de farmacia donde concurren otros pacientes que no tienen covid.
“No nos sentimos apoyados. No solo se trata atender a los pacientes, tenemos que tener calidad de atención en un área de condiciones. Al personal que salió positivo que fue a decirle a la jefa que se sentía mal, lo mandaron al seguro social, donde hay gente más contaminada, cuando ahí mismo le tendrían que haber facilitado una prueba. Así nos tratan. Nos exponen, no tenemos apoyo”.
También la clínica sugirió el uso de pañales para los trabajadores que están en la unidad Covid, para ahorrar en costos, ya que cada vez que salen de la unidad el traje especial debe ser desechado. Se les sugirió a los trabajadores: “cenar temprano y no tomar mucho líquido; el que desea que se ponga pañal”. Una de las trabajadoras presentó una infección urinaria luego de haber estado utilizando los pañales. Sin embargo, se pudo poner fin a esta situación ya que gracias al Sindicato de Empleados de la Administradora Clínica Ricardo Palma se logró que les dieran a los trabajadores dos trajes en vez de uno.
Los trabajadores sienten que, si bien ahora mismo no se ve la magnitud del a crisis, pareciera que la clínica está esperando a que alguien fallezca para actuar: “No nos negamos a hacer nuestra labor, solo queremos que nos aseguren nuestras condiciones. No queremos que esto se propague, no queremos que se sigan contagiando otras personas, y para eso necesitamos hacer las cosas bien. La clínica tiene que poner un tope de pacientes, ¿cómo van a comprar ventiladores portátiles ahora? Eso se tendría que haber hecho antes. Si hay fallas eléctricas en un área, lo tendrían que haber arreglado antes. Necesitamos que se tomen medidas urgentes”, concluyó.
Esta situación no es el único en las clínicas privadas de Fresenius. Un reporte de la Escuela Nacional Sindical en Colombia reveló condiciones deplorables donde tampoco se están implementando los protocolos de seguridad frente a la pandemia ni se están utilizando los equipos de protección personal, que puede ver aquí.
En la primera versión del artículo se planteó que se les entregaba a las y los trabajadores la máscara N95 cada quince días, actualmente se las están entregando cada siete.
