“Sin mujeres no hay Democracia”, ese fue el mensaje que se llevaron las más de 100 asistentes que participaron del Primer Foro de Mujeres y Democracia en Colombia el pasado 30 de marzo; un encuentro que contó con el ejemplo vivo de mujeres líderes que conducen con pasión y compromiso sus sindicatos y luchan por paridad fuera y dentro de sus organizaciones.

Ser sindicalista en Colombia no es fácil por ser uno de los países más violentos de Latinoamérica, especialmente hacia líderes sociales y sindicales, pero el testimonio de Luz Fanny Zambrano, presidenta de Sintrasaludcol, Yuli Higuera, presidenta de Utraclaro, Luz Marina Díaz, presidenta de la Unión Comercio, y Sofía Espinosa, presidenta de la UNEB, inyectaron de optimismo y ganas al auditorio tras compartir su historia. Cada una de ellas es un ejemplo para el sindicalismo colombiano: algunas por formar organizaciones sindicales en ambientes de hostilidad y acoso; también por continuar su militancia a pesar de ser amenazadas de muerte; otras por lograr puestos de poder en ambientes tradicionalmente ocupados por hombres. Acompañar estos cambios y ver cómo las mujeres han ido ganando espacios de toma de decisiones fue motivo de celebración y de inspiración para todxs lxs asistentes, porque las democracias se hacen más fuertes cuando son representativas.

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Las implicaciones regionales del Proceso de Paz y la construcción de la Democracia en Colombia fue otro de los puntos de debate en donde Diana Salcedo representante de la OIT, y Paola Gómez, representante de ONU Mujeres en Colombia, expusieron sobre el trabajo que se está haciendo desde sus organizaciones para lograr revertir la desigualdad de género. En Colombia esta desigualdad se agrava con las nuevas medidas que el Gobierno quiere implementar mediante el “Plan de Desarrollo” que impacta directamente a lxs trabajadorxs, especialmente a las mujeres. Por otra parte, las objeciones de Duque a la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) son un retroceso en materia de derechos humanos ya que ponen en riesgo la paz, los acuerdos y la credibilidad de procesos futuros. 

“No es posible hablar de Democracia si no hablamos de Paz y no es posible hablar de Paz si no hablamos de género”, manifestó Pilar Rueda, asesora de la JEP. Pilar explicó la importancia del enfoque de género en los acuerdos de Paz, teniendo en cuenta que las mujeres fueron las principales víctimas del conflicto armado. Son, por lo tanto, quienes están en el centro de la construcción de la Paz. 

Christy Hoffman, Secretaria General de UNI, envió a las participantes un mensaje de aliento: “Luchen por el Acuerdo de Paz, uno de los pocos acuerdos en tener un enfoque de género. Y también luchen por la inclusión económica. El plan actual del gobierno para desregular el trabajo e institucionalizar la informalidad significa que no habrá prosperidad para lxs trabajadorxs, y a quienes más perjudica es a las mujeres. Estamos en un momento en donde las voces de las mujeres se escuchan más alto se nunca, no podemos dejar escapar esta oportunidad compañeras. Tenemos que seguir luchando para ganar”, expresó.

Asimismo, Ann Selin manifestó: “Los países donde las mujeres tienen un papel importante en la sociedad son los más sustentables desde el punto de vista financiero, social y ecológico. Las soluciones a los problemas del mundo no se encontrarán sin la igualdad y la inclusión de todos los géneros en la toma de decisiones”. 

 “La mitad de la población mundial son mujeres, no hay razón para no incluir la misma proporción de mujeres en importantes proyectos de desarrollo social, como la paz. Entonces compañeras, recuerden esto: el mundo está hecho para ustedes!”, concluyó.